VIAJE A LOS UVEROS
El
viernes 3 de febrero dimos inicio a un trabajo de cuatro días que nos llevaría
a pasar el sábado con una congregación rural y los días domingo y lunes
visitaríamos un lugar llamado LOS UVEROS en las montañas del Distrito de
Capira, a unos 40 km. de La Chorrera. Los programas del viernes y el sábado
fueron muy bendecidos al confraternizar con los creyentes de Bonga Centro, que
son muy sencillos, amables y hospitalarios.
El domingo a las
seis de la mañana salimos hacia Los Uveros. Es una región de abundante
vegetación tropical, ríos que corren mansamente y campesinos que se dedican a
los trabajos de agricultura no mecanizada. Una parte del camino de acceso está
asfaltado, otra es solo de grava y la
última es casi inaccesible para automóviles sencillos. En esta última, unos 15
hermanos caminamos llevando a cuestas el equipo amplificador, la planta
eléctrica y nuestro equipaje personal. Cuando llegamos, ya había unos 20
moradores reunidos esperando el programa, habiendo caminado una hora desde sus
casas. Fue notorio el hecho que algunos de esos montañeses laboriosos, con
picos, coas y palas, nos ayudaran a allanar alguna parte del camino para que
algunos automóviles que transportaban más hermanos pudieran llegar y regresar
posteriormente. Uno de nuestros vehículos, al cruzar uno de los ríos, se hundió
hasta quedar cubiertas las luces, y al llegar a la otra orilla no pudo salir
por sus propios medios al encontrarse con abundante lodo. Intentamos sacarlo
empujándolo primero entre varios hombres; después se buscó la ayuda de tres
caballos y finalmente se resolvió el problema siendo remolcado por otro
automóvil. A las 12:30 p.m. comenzamos
el primer programa con una asistencia de
unas 40 personas. Bellísimos himnos, inspirados testimonios y un poderoso
mensaje fueron presentados. A las seis de la tarde dimos otro programa con
numerosa asistencia. Se oró por muchos enfermos, con excelentes resultados.
El día siguiente
caminamos unos 30 minutos hasta la casa comunal del pueblo donde presentamos un
bendecido programa en horas del mediodía.
Volvimos a los hogares de los señores Basilio y Cristóbal Gómez, donde
estábamos hospedados, para prepararnos para
las actividades de esa tarde. Fue
un atardecer precioso, con fresca brisa del norte, cielo azul, blancas nubes y
con la enorme satisfacción de estar cumpliendo con nuestro sagrado deber sobre
la tierra. Lo primero que hicimos fue una fiesta para unos 70 niños de la
comunidad. Después regalamos una gran
cantidad de ropa a los presentes. Allí hicimos el último programa con unos 130
asistentes, se oró por unos 20 enfermos y concluimos así nuestras actividades
en las primeras horas de la noche, bajo un cielo tachonado de lucientes
estrellas que muestran todo su esplendor en el límpido cielo de la montaña.
Tomaron parte en
este trabajo misionero: M.Ev. Gabriela Quesada, Ev. Edgar Sánchez, P.Aux.
Felícita Pérez, los MBL: Neri Cárdenas, Mariam Barroso, Claudino Cárdenas,
Celedonia Martínez, Adriano Martínez y Petra Benítez; Miembros: Benjamín
Domínguez, Javier De Salas, Priscila Cárdenas, Daniel Cárdenas, Itzel Cárdenas,
Oscar Martínez, Josué Martínez y Solay Domínguez; el amigo Tomás Herrera y los niños: Sabelis, Seleyni y Javierin De Salas; Yanina,
Kevin y Antony Herrera; Meibi Martínez, Mayelis Rodríguez, Danielito Cárdenas,
Benjamín Domínguez Jr., Damnys Núñez y
quien esto suscribe,
Ev. Carlos
Amilkar Nuñez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario