sábado, 10 de marzo de 2012

JOYAS DE EVANGELIZACIÓN: Peregrinos del Evangelio Relato 2, compilado por Superte. Adolfo Rodríguez

VIAJE A LOS UVEROS 

El viernes 3 de febrero dimos inicio a un trabajo de cuatro días que nos llevaría a pasar el sábado con una congregación rural y los días domingo y lunes visitaríamos un lugar llamado LOS UVEROS en las montañas del Distrito de Capira, a unos 40 km. de La Chorrera. Los programas del viernes y el sábado fueron muy bendecidos al confraternizar con los creyentes de Bonga Centro, que son muy sencillos, amables y hospitalarios.
El domingo a las seis de la mañana salimos hacia Los Uveros. Es una región de abundante vegetación tropical, ríos que corren mansamente y campesinos que se dedican a los trabajos de agricultura no mecanizada. Una parte del camino de acceso está asfaltado, otra  es solo de grava y la última es casi inaccesible para automóviles sencillos. En esta última, unos 15 hermanos caminamos llevando a cuestas el equipo amplificador, la planta eléctrica y nuestro equipaje personal. Cuando llegamos, ya había unos 20 moradores reunidos esperando el programa, habiendo caminado una hora desde sus casas. Fue notorio el hecho que algunos de esos montañeses laboriosos, con picos, coas y palas, nos ayudaran a allanar alguna parte del camino para que algunos automóviles que transportaban más hermanos pudieran llegar y regresar posteriormente. Uno de nuestros vehículos, al cruzar uno de los ríos, se hundió hasta quedar cubiertas las luces, y al llegar a la otra orilla no pudo salir por sus propios medios al encontrarse con abundante lodo. Intentamos sacarlo empujándolo primero entre varios hombres; después se buscó la ayuda de tres caballos y finalmente se resolvió el problema siendo remolcado por otro automóvil.  A las 12:30 p.m. comenzamos el primer  programa con una asistencia de unas 40 personas. Bellísimos himnos, inspirados testimonios y un poderoso mensaje fueron presentados. A las seis de la tarde dimos otro programa con numerosa asistencia. Se oró por muchos enfermos, con excelentes resultados.
El día siguiente caminamos unos 30 minutos hasta la casa comunal del pueblo donde presentamos un bendecido programa en horas del mediodía.  Volvimos a los hogares de los señores Basilio y Cristóbal Gómez, donde estábamos hospedados, para prepararnos para  las actividades de esa tarde.  Fue un atardecer precioso, con fresca brisa del norte, cielo azul, blancas nubes y con la enorme satisfacción de estar cumpliendo con nuestro sagrado deber sobre la tierra. Lo primero que hicimos fue una fiesta para unos 70 niños de la comunidad. Después regalamos una  gran cantidad de ropa a los presentes. Allí hicimos el último programa con unos 130 asistentes, se oró por unos 20 enfermos y concluimos así nuestras actividades en las primeras horas de la noche, bajo un cielo tachonado de lucientes estrellas que muestran todo su esplendor en el límpido cielo de la montaña.
Tomaron parte en este trabajo misionero: M.Ev. Gabriela Quesada, Ev. Edgar Sánchez, P.Aux. Felícita Pérez, los MBL: Neri Cárdenas, Mariam Barroso, Claudino Cárdenas, Celedonia Martínez, Adriano Martínez y Petra Benítez; Miembros: Benjamín Domínguez, Javier De Salas, Priscila Cárdenas, Daniel Cárdenas, Itzel Cárdenas, Oscar Martínez, Josué Martínez y Solay Domínguez;  el amigo Tomás Herrera y los niños:  Sabelis, Seleyni y Javierin De Salas; Yanina, Kevin y Antony Herrera; Meibi Martínez, Mayelis Rodríguez, Danielito Cárdenas, Benjamín Domínguez Jr.,  Damnys Núñez y quien esto suscribe,
Ev. Carlos Amilkar Nuñez.

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